BRUJAS, SER O NO SER, ESA ES LA CUESTIÓN.
Desde que somos pequeñas se han encargado de enseñarnos multitud de cuentos donde la bruja, a parte de ser fea y antipática, era mala. Muy mala. Y no es que me moleste que digan que somos feas y que todo el mundo nos atribuya la imagen de la señora con artrosis, mal humorada, llena de verrugas y con el pelo tremendamente encrespado… No, porque luego ya Hollywood ya se encargó también de contar otras historias de brujas despampanantes, que obviamente solo querían usar sus encantos para engañar a algún pobre hombre indefenso o claro, para bailar desnudas junto a un macho cabrío. En definitiva sexualizarnos y reducirnos a eso.
La historía se ha encargado de demonizar lo que le atemoriza. Aquello que le incomoda y que no puede entender. A todo que hace que sus pilares de poder se tambaleen. Eso siempre ha sido así a lo largo de la historia.
Y por supuesto entre esas cosas que atemorizaban estábamos nosotras, las mujeres. Y sin querer meterme en un jardín de lucha de genero, del que se que nunca saldría airosa, pero eso es así. Y a los registros históricos me remito.
¿Qué una mujer curaba a un enfermo usando hierbas? Bruja. A la hoguera ha sido obra del demonio.
¿Qué una mujer asistía un parto? Bruja. A la hoguera ha sido obra del demonio.
¿Qué una mujer amaba a otra mujer? Bruja. A la hoguera ha sido obra del demonio.
Y así podría seguir y no parar. Por lo que no es raro que cuando le dices a algún conocido que eres bruja o que lees el Tarot se queden descolocados y mil imágenes inculcadas por todos esos cuentos le vengan a la cabeza. Teman por su integridad física y solo te visualicen poniendo velas negras, haciendo vudú… y en el mejor de los casos bailando desnuda junto a un macho cabrío por supuesto donde va a parar.
Y con eso no quiero decir que no haya brujas malas. Digo que hay tantas brujas como mujeres se sientan así. Por que al final tu usas tu magia y tu poder con la energía que llevas dentro. En un directo explicaba un símil que siempre me parece muy didáctico, nada es bueno o malo todo es como tu lo uses. Un navaja puede ser una herramienta para cortar alimentos y tallar madera o una herramienta para matar personas. ¿El cuchillo es malo? No, malo es la persona que lo usa. Pues lo mismo pasa con nuestro poder y nuestra energía.
Sé que es difícil liberarnos de esa carga histórica que la inquisición nos puso de mochila. Pero debemos de hacerlo, por todas aquellas mujeres que injustamente fueron quemadas en la hoguera. Así que yo lo digo bien alto: SOY BRUJA, hija de mi madre y hermana de mis hermanas que son todas las mujeres. Amante de la luna y todas sus fases, de la madre tierra y cada uno de los elementos y de los animales que reinan este planeta. Creo en el poder infinito del universo y en el mío propio. Soy sanadora y consulto a mis guías para mi propio crecimiento y el de mi comunidad.
Una bruja es una mujer que ha abrazado su conexión con la Tierra y el universo.
Una bruja es alguien que se opone al patriarcado y a todo lo que actualmente está mal en nuestra sociedad y en cualquier sociedad a lo largo de los siglos.
Una bruja es una persona que asume la responsabilidad de su propia transformación a través de actos de creatividad, ritual e intención enfocada. Que habla el lenguaje de los símbolos y vive entre dos mundos.
La magia es la esencia misma de todo. Es el espíritu, la fuerza vital, ese poder creativo e inexplicable que todos poseemos y buscamos expresar en el mundo.
Como veis me ehe vuelto a enrollar como una persiana, pero creo que esta aclaración nos venía bien a todas y poder compartir con vosotras mi visión me parecía importante. Ahora tengo la excusa perfecta para hacer otro post sobre esto y contaros los tipos de brujas con los que podéis sentiros identificadas y os contaré que tipo de bruja soy yo, ¿os apetece?
Así que resumiendo que si ser una mujer empoderada, que trabaja su espiritualidad y que cree en el poder infinito de la naturaleza y el universo es un delito de hoguera aquí les espero con las cerillas en la mano.
¡Cuéntame lo que quieras como siempre aquí abajo!